Los sensores OilHealth y OilWear son capaces de detectar las consecuencias que tiene el exceso de lubricación sobre la velocidad de degradación y desgaste del aceite. La detección temprana de estos indicadores que ofrecen las soluciones de monitorización online de Atten2 permite aplicar las medidas correctoras pertinentes para evitar averías.
La degradación y desgaste (acelerado) superior del aceite es el síntoma inequívoco de que existe una disfunción en la maquinaria. En el caso de los excesos de lubricación, los detonantes más comunes de este deterioro acelerado son dos:
Presencia de partículas externas
Cuando el nivel de aceite rebasa la capacidad indicada para la maquinaria, se puede producir un desborde del producto. El aceite lubricante entra así en contacto con el exterior, donde se produce su contaminación por partículas de distinta naturaleza. Agua, polvo o fibras, entre otros posibles materiales, se mezclan con el fluido que, al volver a ingresar en la máquina, puede producir un efecto de desgaste.
La solución OilWear es capaz de identificar la presencia y naturaleza de las partículas extrañas en el aceite, síntoma de que ha podido producirse un exceso de lubricación.
Degradación por variación de temperatura
Los excesos de lubricación suelen estar asociados al error humano, aunque tampoco pueden descartarse fallos en los sistemas automáticos. Ya sea de forma manual o por bombeo, uno de los procesos más comunes que derivan en un rebase de los niveles de lubricación es el de dulcificado del aceite (drenado parcial del aceite existente y su sustitución con aceite nuevo) y el denominado “top up”, que consiste en la restitución del lubricante que ha consumido la máquina de forma natural.
Ambos métodos de equilibrado del aceite tienen consecuencias en el estado general del fluido que se reflejan en las mediciones de los sensores de Atten2. Los niveles de degradación pueden mejorar si se realizan adecuadamente, pero de la misma manera pueden empeorar significativamente si se exceden las cantidades recomendadas de producto.
El exceso de lubricación puede acarrear una variación de temperatura del aceite ocasionando una degradación acelerada. En función del tipo de maquinaria, se puede registrar un aumento de la temperatura por la distribución irregular del aceite entre sus distintos componentes o una disminución de la misma, al añadir más líquido del debido al depósito, lo que produce un enfriamiento general. En este segundo caso, el descenso de temperatura puede aumentar la viscosidad en el aceite y, por tanto, su resistencia a deslizarse, por lo que sería bombeado con peor solvencia. Indistintamente de cuál sea el efecto del exceso de lubricación en la temperatura del aceite, tanto su aumento como su disminución conllevan una operación anormal del aceite. Este comportamiento, que se registra fuera de los patrones de normalidad, es rápidamente detectado por los sensores de Atten2.